martes, 27 de octubre de 2009

Nunca Seco

Voy a tu rumbo atrás de los cerros, los pequeños,
los que se pueden cruzar sin peligro de culebras y tarántulas,
donde las gobernadoras son las protectoras infinitas.
Voy a tu rumbo, siguiendo tus pasos de espejo,
intentando llegar despacito sabiendo que luego me calmaras la sed a besos.
Voy caminando entre los gatuños,
las espinas y las piedras que también se ponen filosas.
Pero voy sin miedo, atrás de los cerros me encontrara tu deseo.
Ya lo imagino, ya te imagino.
La piel blanca tatemada por sol, volviéndote sabrosamente colorado,
lleno de pasión y orgullo bien intencionado.
Voy llegando... No abandono tu sueño, no abandono el mio,
y conmigo llevo los nopales secos.
Voy a tu rumbo, ya voy llegando según el mapa que tatuaste con tus ojos en mis ojos.
Por dentro me veo, desde adentro lo leo.
Estoy cerca y ya te veo, la fantasía no es necesaria,
allí cerquitas te veo. Grande, fuerte, complacido por el tiempo.

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