jueves, 11 de octubre de 2012

Mi nombre no es Jack

Y entonces cometí un error, por venganza? Por crear una historia y también yo sentirme deseado? Por reafirmar que también valgo? Por amor? Por incongruencia? Un error que resultó imperdonable llegó a un precio muy alto en el que alto también lo estaba yo y que caí de cabeza y se me salió el corazón por entre los sesos escurriéndose morado, gelatinoso, mal oliente, insípido. Y del corazón mismo las mismas arañas rojas y negras, y un colibrí? Sí un colibrí rosado, limpio, puro a penas cantando su historia.
Y mi cuerpo en el suelo con algunas contusiones ocasionadas por el impacto contra el pavimento se llenaba de dolientes violetas y purpuras insaciables tocando mi piel, plasmándose tiernas y fieras, de mis ojos abiertos puertas de par en par las lágrimas conducidas por una brecha inventada corrían y corrían juntándose entre ellas para negociar el regreso a mi alma y a la cavidad oscura donde habitaba el corazón, mi corazón! quien antes palpitante inventaba historias mintiendo y fantaseando, hablando de historias nunca jamás vividas y entre sonetos y redondillas se recostaba febril y sano. Y ahora me veo desde otro sitio, destruido y pasmado, duro, inexpresivo, incoherente, infame, incauto. Cuerpo tan desprotegido como en el invierno las flores de mis manos y el equilibrio de mi pecho. Por qué extravié la superficie? Cuándo llegue tan alto? Cómo caí tan despacio pero tan firme y doloroso? Cómo se me salió el corazón y por que por arriba y no por el centro con todo y sus amigas las entrañas? Por qué no se me descoció el hilo de mi tórax y me vacié? Y las lágrimas? Ellas se van y sé luego que vendrán porque son mi compañía el sustento de mi espíritu, la cucharada de sal y aceite, agua y vino, el humo de mi cigarrillo, el contacto de mis manos encontrándose para sujetarse a una nostalgia, a una vereda por la cual no caminaré, a un jardín que no florece por culpa de mi mirada. Y que espesa la razón de mi cuerpo yaciendo en medio de la nada, sin un solo arcano, un hermano menor, una bóveda celeste para mi cobijo. 
Yo me abandone y me caí, entre ese tropiezo un error y con ese error la muerte misma de cada una de mis palabras y de cada una de mis gesticulaciones. Cuerpo, mi cuerpo, fragmento de un trozo de cielo, trozo de roble, beso de prosa, camino de espinas y listones rosas. Me dueles porque ya no habitas en un corazón ajeno, en los pensamiento ajenos, en las manos ajenas pero tibias para el frío de mis aguas tormentosas de mi río del tiempo agua turbulenta y cínica que recorre los espacios más ocultos.
Antes de caer me hubiera gustado cambiarme el nombre, antes de que mi cabeza se estrellara contra el suelo deshaciendo mi espina dorsal y doblando mis brazos y las piernas y los pies que me hacían bailar. Antes de encontrarme desde otro abismo viendo como la cabeza abierta despedía a lo que iba adentro y rompiendo caminos iba saliendo el corazón. Se me quedó el Alma la que ya tiene nombre pobre alma mía, infinito velo de mis penas delirios. Alma sola.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Si era Azul

Ella llevaba un vestido azul, algo tenía que significar pero yo no tenia memoria para asimilarlo ni tiempo suficiente para hacerle un cumplido. -Sólo es azul. Dije y me soprendi desde adentro sin decir nada porque recientemente decidí que mis palabras se agotaran y por lo tanto casi cualquier argumento. Y ese no era un momento para abrir mis labios, pero si mis ojos que la invitaron a sentarse y ella callada me miro imitando mi mirada. Duramos los típicos segundos sin hablar y el murmullo de la gente nos era indiferente en nuestra bóveda infinita de recuerdos. Quería decirle cuan lastimado me encontraba, alguna que otra estupidez sentimental que me sonrojara y pedirle un abrazo. No, un abrazo para que? Por qué iba yo a abrazarla en la soledad de mis desencuentros. Ningún caso. Preferí que ella me abrazara o que hablara pero tampoco lo hacía. -Te vez muy delgado. Me dijo. -Sí, creo que es por el cigarrillo. Respondí ya evadiendo su mirada.
No tenia excusas o mentiras bien diseñadas, alcohol  pastillas, cigarros, cigarrillos, mala alimentación, mala intención de mis entrañas por hacerme daño como de costumbre como antes como en aquel tiempo cuando escuchaba un vals en mi cabeza al cual sólo yo correspondía bailando con los ojos cerrados, también con un danzón y es que amo el danzón, entretiene a  mi alma y me lleva al mercado de las emociones a comprar tripas y corazones para hacerme un caldo. -Encuentros y despedidas. Me dije bien adentro porque era cierto, ella con su vestido azul era una vorágine indescifrable de marcharse para siempre y para siempre volver con una sonrisa y un vestido diferente ah! y unos tacones, solía prestarles más atención en el pasado pero mi vista sólo me regalaba momentos instantáneos y por ahora sólo eran unos tacones.
Yo como siempre entre el negro y el morado, considerándome formal para la ocación en la que mis manos iban a a decir algo aunque me las atara contra la mesa o la silla de aquél café. Silencio. A veces logro ver mi propia obscuridad y eso me duele, pero su vestido azul era un sueño interminable de gasas y encaje que por si sólo transfiguraba mi presente absolutamente distraído. 
Me hubiera gustado discutir. -Porqué hoy se te vino en gana enfundarte en un puto vestido azul? Porque?
Porque mierdas los labios tan rojos y las uñas rosa pálido? Si bien sabes que eso alimenta mi locura, mi delirio, mi depresión, mi circunstancia, el manantial de mi llanto y la sangre de mis palabras... Porque?
Ella callada, tan seria ya de pronto sostenía con sus manos de maga una taza de café y bebía lento llenándose de suspiros y de planes que nada tenían que ver conmigo, que no me incluían porque yo había decidido disolverme de su vida. Que bonito vestido azul 

jueves, 27 de septiembre de 2012

Cumpleaños


Ayer poco antes de la media noche quizá a las once y cuarenta comenzó a llover, se escuchaba la lluvia serena cayendo con elocuencia y serenidad invitándome a celebrar un año más de vida o un año menos. Decidí salir y mojarme con un poco de las lágrimas que había guardado durante tanto tiempo, durante tantos años y esas gotas inmensas inexplicables, me susurraban alguno de mis delirios y me veían desde arriba gustosas de estrellarse contra mi cuerpo para penetrarme la sangre y los huesos, con su fuerza las escuchaba hablar -No hay miedo, ya no esperes nada porque somo tu y tu eres nosotras.
 Me hablaba el agua infinita y secular que provenía de la bóveda celeste de todos mis pensamientos y yo alzando los brazos y estrujándome la fuerza de gritar logré sumergirme y ahogarme en el placer tendido de sueños para mi consuelo.
 Siempre la lluvia es en septiembre, en mi septiembre tormentoso, amoroso, indiferente, monstruoso, rapaz. Pero siempre es mi septiembre donde justo la lluvia me acompaña y anoche no me dejo sólo mientras transformaba los espacios de mi corazón para volverlos a colocar en su sitio mientras esperaba unas rosas, una canción, una llamada, un beso, un suspiro. 
-No hay miedo, ya no esperes nada porque somo tu y tu eres nosotras. Y así lo entiendo, no puedo ahora librarme del hechizo aunque recurra al llanto inmenso que ha recorrido conmigo el camino de mis circunstancias, y no me duele, sólo que desde niño aprendí a llorar como Dolores del Río o como Silvia Derbez, el drama me viene muy bien, las lágrimas también aunque los ojos se resisten y enrojecen y el rostro se hincha, la nariz se dilata y las mejillas se surcan, que más da soy experto al instante del llanto, en una canción, en un funeral, en una película, en las letras de un libro, cuando bebo una taza de café y ni hablar de un buen trago. Con mi lloviznado llanto he mojado las cosas mas inimaginables y siempre una lágrima tiene que rodar en el momento menos preciso o quizá en el mas preciso. Hoy ya no me cuesta trabajo entender motivos y razones de este encuentro conmigo mismo y con lo que viene dentro de mi, lo que incluye a mis entrañas a mis adentros a mis monstruos y mis tarros de miel, porque a una bestialidad siempre se le encuentra la belleza sabiéndole colocar el beso correcto en la mejilla correcta.
Prefiero no tener miedo, ya no quiero tener miedo ni excusarme, ni disculparme con nada ni con nadie. Sólo llorar y sonreír, darme paso a la siniestra sombra de mis ilusiones y darle paso a la inmensa luz de mis sueños y mis planes. Si no funciona la muerte de todo esto suena como buena opción al igual que la resurrección.
No habrá entonces fango tan espeso ni fuego tan ardiente. 

martes, 25 de septiembre de 2012

Ausencia de mi

se me apagaron los ojos, no sé si por el golpe o por la tristeza de mi desesperación, me cuesta trabajo hablar y conectar palabras, tampoco estoy seguro a que se debe. Un accidente que tomé a la ligera se ha convertido en mi cruz llena de clavos y astillas y ahora lo afronto con una fuerza desmedida.
Me duelen mas situaciones y mas circunstancias. Pero temo por mi ojo y mi hombro aunque lo físico en mi vida puede ser no tan elemental, en un segundo me dí cuenta que antes de superar el fracaso llega la inesperada visita de un lamento, un accidente que me imposibilita y me absorbe el cuerpo con el temor a olvidar la vista de mi ojo derecho o a resignarme a la rigidez de mi hombro derecho.
Tengo la oportunidad de sentirme triste, no sé cuanto estoy perdiendo, pero sé también que puedo ganar. Y que mi cuerpo no dice mentiras, no es inmaduro, ni falso, ni farso ni tampoco enfermo. 
Estoy seguro que sanaré porque no es mi momento para destruir lo que he construido, a pesar de que no sea nadie, de que no sea nada, de que no esté a a la altura de nadie, eso si lo reconozco, mi cuerpo lo sabe, mi mente lo sabe. Mi corazón no lo reconoce y lucha contra los dolores físicos que me asechan como un coyote en busca de su carnada. Si pierdo la vista un ojo me queda, si pierdo la movilidad de un brazo, el otro me queda, si mi espalda no responde tengo los pies que me ayudaran a sanar. A sanar en este movimiento de la vida donde no busqué herirme, donde el Karma me respondió sin culpables y sin responsable,s sólo fue de mi. Un ojo, un brazo. Ya no importa porque me queda el corazón inmenso y la realidad con la que vivo y resuelvo que las circunstancias son justas.
Y el amor es justo, tu amor, tu esencia, tu aroma, el olvido, la llama que nunca se apaga. Eso me mantiene en un hilo de esperanza

lunes, 17 de septiembre de 2012

Andrea

A tus ojos eternos niña eterna, a tus ojos que miraron mis ojos y que en un segundo se convirtieron en los míos. Tu nombre también mi nombre. Andrea con los ojos engrandecidos entre una mezcla sencilla, ternura y tristeza, el cabello negro como tu mirada y liso como tu tiempo, las manos escondidas en un suéter que te quedaba muy grande y con calcetines azules con estrellitas blancas. Pequeña Andrea nos dimos la mano cuando pregunte tu nombre y me incline un poco porque eras pequeñita y hablas muy quedito, quise inclinarme más, hincarme pues y abrazarte bajo el sol de un norte que te olvido y que a mi también. Sólo era yo mirándome en tus ojos grandes y tu sonreías al igual que te llevabas la manga del suéter a la boca.
Pequeñita y serena la tierra que pisábamos, como tú, pequeñita y serena y eternas a la par tu y la tierra, el color moreno de tu piel y tu edad, cinco, seis, siete años y en los días que te llegaron y en los que vendrán una estrella depositada en tu destino pequeña Andrea, niña de ojos eternos niña eterna. No pude abrazarte porque mi corazón crecía en mi pecho y me detenía la rutina de respirar y las lágrimas me ahogaban la vista y no quería dejar de verte, pero lo hice, salí corriendo a refugiarme detrás de un auto y me desmorone entre la tierra, un montón de tierra y quise regresar para abrazarte y tu desde lejos me buscabas y yo sin que te dieras cuenta volví a mirarte pero me escondí de nuevo. Me dio por correr, por huir pero alguien me detuvo y el corazón de mi tiempo se detuvo también y me paralice, dejé los argumentos y las gesticulaciones volví a tu recuerdo mientras me marchaba, recuerdo infinito y grandioso de tu eternidad y tu belleza, de la magia al encontrarte y haber visto en tus ojos el cielo mas limpio y las estrellas mas brillantes. Estarás ya siempre entre las fotografías de mi memoria con las preguntas escritas en la melancolía de mis días. Serás feliz? Te encuentras bien? Niña eterna que vas a ser cuando seas grande? 
Andrea. Un abrazo.

viernes, 17 de agosto de 2012

Fantasma I

Ateneme las manos, con puas, con sogas ardiendo o ábrete papel y pluma que te voy a dictar un desencanto.
Y es que iba caminando por la Queen st enfundando en los jeans mas ajustados sobre la faz de la tierra, lo de arriba no me interesaba, playera, ramera, camiseta, con un textura, un diseño tal vez, negra, blanca, morada porque son los colores que me gustan, iba rumbo a casa de Roberto que odiándome yo me le incaba con palabras de amor, -Ya dejemos todo atrás y haz de mi tu universo, pensaba, Con mi reproductor mp3 en mi bolsillo escuchando lo mismo de siempre y volviendo.  A veces no hay regreso, la nostalgia me carcomía las entrañas y la estúpida sensación de extrañar me rugía por dentro como una fiera. Absurdo pues que lo considero porque justo me estoy acordando de esa sensación donde el abandono no tiene llenadero y la melancolía me rellena el cuerpo vacío  y lo invoca a algunos años atrás y a este presente tan inquietante. Digo pues inquietante por que me tiemblan las manos y las piernas y no entiendo porque, puede ser síntoma del abandono síntoma de la melancolía y la suma de todos mis fantasmas que se acercan a platicar conmigo. 
-Siéntese aquí a mi lado pues que no le pienso morder puesto que no es nada a penas le diviso entre la niebla que trae cargando en su espectral figura. -Cuál es su nombre? -Prudencia. Que perfecto pero mire que maravilla y mire que le hablare de usted por que hay que tener respeto por los muertos o es que usted no esta muerta y es sólo uno de mis fantasmas. No me responda que la conversación la llevare yo a mi  modo y usted pretenderá ser un paño gigante de lágrimas donde yo pueda hasta sonarme la nariz.
Prudencia que bonito nombre, ayer sin querer pensaba en usted y los días anteriores también, estaba recostado en mi cama luego de la media noche contemplando la nada con los ojos bien abiertos como esperando a que algo cayera en ellos y me dejara ciego, no sucedió evidentemente. Eso si las manos bien que las tenia escondidas a ellas las cuido como a nada en este mundo porque me acarician la monstruosa realidad de mi todo.
Le cuento pues que también estuve llorando unas horas antes, a mi el llanto se me da muy fácil pero esta vez  no lo disfrute, me surcaban las lágrimas por las mejillas marcando su territorio como lava ardiente y me dolía porque también me dolía el alma, y qué es el alma Prudencia? No lo sé supongo que usted tampoco lo sabe lo intuyo porque intuyo que no tiene sentimientos, el punto es que el alma me dolía como nunca me había dolido, y no estoy seguro si el alma o el corazón o los dos, y las dos piernas y los dos brazos y los dos lados de la cabeza, los dos orificios nasales, un ojo porque siempre he considerado que tengo un lagrimal mas potente de lado izquierdo. -Ay prudencia fantasmita a lado mio mejor vuélvete cobija y envuelve este cuerpo que se esa llevando el río.
Y ahora Prudencia no imploro nada, no me arrodillo porque me duelen las dos rodillas y el corazón y el ama. Como duele todo Prude, mire hasta le puedo llamar Prude nomás por que me esta cobijando. Como duele todo. No hay solución, marcha atrás.

lunes, 6 de agosto de 2012

Fragmento alguno


Y así la infamia de la vida me lleva al terreno del inquietante, incesante, impaciente, doliente y farsante río del destino caracol estúpido donde se me obliga a ir montado como niño desnudo de una infancia limosnera e inútil.
Y he querido curarme de ese vicio para no tener tiempo ni cargar con la extensiva lista de estos miserables pensamientos. Creer, crear, diferir, discernir, argumentar y sólo para empantanar las palabras y las ideas y las especulaciones que vuelven mi cabeza un carbón ardiente que hasta se puede ver la aureola como si fuera un santito, un mártir creyendo que se da cuenta de las simples cosas, con los ojos hacia arriba mirando a la inmensidad de la nada.
Caigo en el viaje del caracol estúpido por que no hay remedio, podría decir que esto es un entierro, algo fúnebre  lúgubre, funesto, terminable, pero no, lo he considerado como la orilla de un barranco en el que abajo no existe más que otro caracol que montar para continuar con el exhibicionismo de mis podredumbres y caigo, primero una roca pequeña, una más grande, los arbustos que aruñan, una contusión insulsa y un chorro de sangre de alguna parte desconocida de mi cuerpo y llego montado como mandato estelar a ese monstruo que me aqueja y me encierra en el apretado desdeño de lo impalpable. 

jueves, 26 de julio de 2012

fallo1

Tan desmesurado y tan frágil en dos tiempos. Con los pies al revés, el rostro marcado por una incertidumbre  que siempre inútil me acerca a mis actividades de pensar, mal pensar, no escuchar y sobre todo a la especulación. Siempre tejiendo historias que al parecer no serán desenlazadas o serán pues desenlazadas por mi en el final de siempre, en mi final, el final que me duele porque me gusta que me duela y con el los ingratos trapos que he de vestir para interpretar al personaje de mi vida. Y es que no es fácil volver a volver,  volver a vivir, hacer de mis ideas una quietud que me permita no rellenar esta desazón con anhelos y esperanzas, no es fácil y repitiéndolo una y otra vez duele a conciencia involucrando todos y cada uno de las marcas que habitan en mi piel. Se va la historia, se aleja la memoria aunque luego regresa para abofetearme displicente y burlona.
Hoy no puedo ordenar nada, no hay nada que ordenar y si lo hay me viene un miedo, un terror a cometer alguna falla en la que se involucre esta ansiedad a la que me abrazo para no estar solo. Pero pienso al menos lo intento 

miércoles, 11 de julio de 2012

Análisis

Siempre he sido un flojo, un nada, con constancia suelo llorar por situaciones inútiles pero que me siguen provocando llanto. O aplico una técnica de no control cuando se trata de  paciencia y espera, no puedo nunca he llegado a un punto de relajación, siempre nervioso manifiesto actitudes que no tienen nada que ver con comerse o morderse las uñas, pero me toco mucho el rostro, siempre mi mano derecha cubriendo parte de mi mentón y mis labios y mi mano izquierda siempre con un cigarrillo encendido. Con un constante vacío en el estómago y una sensación de ansiedad que me lleva a pensar en mis limites o en la posibilidad de transportar mi materia a otro sitio cuando me siento incómodo en el anterior. Siempre con una mueca, una mala cara, a veces sin ninguna expresión que pueda demostrar emociones equivocadas... O incluso a veces no tan erróneas. Hoy como anoche sentado y escuchando música intento demostrar algo casi imposible y le doy vueltas y vueltas como esperando que de alguna de las paredes de mi casa aparezca el ramillete de la solución a mis indecisiones y a mi falta de tacto. Porque reconozco mis limitadas virtudes cuando se trata de socializar o de dar una buena sonrisa aunque sea obligada por alguna situación. Veo personas que tienen capacidad suficiente para tolerarlo casi todo. Yo no, no puedo y no quiero (por que siempre tengo las dos opciones) me intriga como hay personas que siempre tienen una buena reacción y una buena actitud para lo que venga o para lo que este en ese preciso momento. 
Justo me siento como un adolescente, me parece bizarro analizar esto a mi veintiséis años donde no participo en nada cuando no me viene en gana, no hablo, no grito, no sonrío, no doy la mano y me bloqueo instantáneamente. Y cuando me viene en gana pues existe la posibilidad de respirar con consciencia y permanecer ecuánime, si, una sonrisa porqué no? Un gesto amable e incluso una conversación amena y no estrepitosa donde no tenga que involucrar emociones más allá de lo que pueda lograr percibir de los demás.
Entonces me considero vergonzoso (cuando me viene en gana) por lo general soy tímido pero mi timidez se puede interpretar como frivolidad o alejamiento, quizá como desprecio, no sé no estoy seguro. Tampoco estoy seguro de saber solucionarlo o de si en verdad lo quiero solucionar.
Ahora sólo sé que estoy enamorado y eso es bueno, sé que estoy amando y eso es bueno, sé que no tengo ataduras para amar y eso es bueno, se que estoy siendo amado y eso es bueno
El amor con su complejidad o sus tantas historias y teorías me permite analizar que estoy con los dos pies sobre el suelo y que mi corazón se repite entre válvulas cuanto amor y cuanto amor.
  

sábado, 7 de julio de 2012

Un paso

No entiendo como esto llego a convertirse en un vicio.
Hoy me siento en la niebla, atrapado y sin palabras, donde no se dice nada por que no hay nada de que hablar, y si lo hay sería una mentira... Bueno ó una verdad que duela hasta los huesos.
Me muero entre las murallas de una desazón que no logro entender...
Hasta cuando la muerte

sábado, 30 de junio de 2012

El siguiente tema

Gracias, a veces los besos de despedida ni siquiera son necesarios, por que pueden darte una respuesta final o el zarpazo de una garra dolorosa. Quizá decir adiós con la mano es suficiente, incluso sin contacto, sólo basta con levantar los cinco dedos mover la muñeca y bajar dedo por dedo a una velocidad que no se mal interprete.
Luego dar media vuelta y evitar a toda costa voltear hacia atrás. Me permito hacer esta recomendación por que de desobedecerse se corre el riesgo de un abrazo maduro al lado de un beso carnoso (que completamente incensario) deja peores consecuencias de las cuales uno pueda imaginarse. La opción es la ya comentada seguida por el acto de caminar con la mirada fija a un objetivo que no lastime y que no provoque sensaciones inútiles, por que de no cumplirse lo anteriormente dicho se corre el riesgo de derramar algunas lágrimas que llevarán de inmediato a correr hacia el abrazo maduro y al beso carnoso (que completamente incensario) deja la estúpida consecuencia de un corazón roto. Por que hasta el hierro tiene corazón y llora.
Si las instrucciones mantienen suficiente elocuencia, se pueden pronunciar frases como: adiós, hasta luego, 
nos vemos, hasta pronto etc etc. Aunque de ello dependa que tu vida se rompa en mil pedazos y me refiero a toda tu vida, no sólo a una parte intima de ella ni a  un fragmento. No. Toda tu vida puede depender de ese hilo frágil y absurdo.
Si bien las instrucciones resultan fuera de lugar existen opciones como la desaparición, hacerte tan invisible como te sea posible y correr algún que otro kilómetro hasta terminar por desvanecerte. Punto. 

viernes, 29 de junio de 2012

Locura y temas

Un roce, un aroma y una mirada de avellana. Un toro, pero no un toro maltratado, un toro fuerte, lleno de vida, silencioso, con los ojos inmersos en una luz perfecta. Sin estocadas (al parecer)
Unas manos delgadas pero siempre cálidas. Un sueño de los que nunca en tu vida puedes materializar.
Un abrazo de vida, abrazo de los que quiebran todas las sensaciones hasta convertirse en fragmentitos que se van escurriendo por los adentros de tu cuerpo dejándote una sensación de sanación, bueno de tranquilidad. Sueño imposible, irrealizable. Nada mas basta con ver mis ojos para adentro para verme ya no tan vació. Y hablo de un instante, del transcurso de una pulsación. Hablo de mirar a los ojos a  quien en frente de ti te dice todo y no pronuncia palabra alguna, pero pronuncia una sonrisa, una paz.
Y voy de nuevo creando historias que nunca he vivido, en las que me estremezco por que de antemano sé que voy a salir herido o que voy a derramar una gota de sangre de mi cabeza.
Y es que mucho trabajo me cuesta pensar, analizar es otro tema, pero siempre voy imaginando flores flotando en charcos de agua y cerrando los ojos, apretándolos por unos segundos para al abrirlos ver colores a los cuales sólo yo les encuentro una interpretación.
Pues si, el abandono duele, duelen las huellas y los aromas de algo que se va marchitando sin piedad... Y uno que hace. Por que en mi caso puedo distraerme con mirarme al espejo, pero y los demás.

viernes, 22 de junio de 2012

Olvidiario

Espero que una dulce palabra de la fiera noche
me invite un trago y un cigarrillo,
espero se quite los guantes y me apriete la mano
en señal de una existencia vaga pero en fin
existencia.
Espero un beso letal y una sonrisa distraída
por la hojas de los árboles que mueve el viento
y espero un desatino de mi corazón para que
evite precipitarse a anular contratos emocionales.

Esta noche es el momento perfecto -Declaro y aprieto los labios tratando de sellarlos para no expresar ó gritar algo que me duele. Por ahora no, tal vez mañana cuando despierte ennegreciendo el día con mi mirada y mi cabello desalineado, con el rostro hinchado y una chispa de convencimiento como cuando me miro en el espejo. Ya no es lo mismo de antes, he ido perdiendo aromas del pasado mientras desconozco rostros en fotografías, sabores y abrazos y hablo de los abrazos que se quedan prendidos en ti para toda la vida. En mi caso no, he ido olvidando quien me apretó en sus brazos en un acto de amor, de cariño o sólo de fuerza de ese sentimiento que lleva a la dulce fuerza. Y los abrazos creo yo se hicieron para ser inolvidables y yo sin darme a la tarea y sobre todo involuntariamente los he ido olvidando.
Me llevo viviendo el día a día de una emoción a otra, despertando a según lo que experimente durante la noche, un insomnio incontrolable, un llanto agotador, la intención de recordar para no mentirme, la especulación y un dolor tan profundo como indescifrable, la memorización de un texto, la creación de una coreografía. Como siempre, lo de siempre, lo cotidiano en mi y en mis esféricas emociones. Hoy como ayer despiadado, quizás débil por la angustia y la melancolía que me envuelve en una farsa me doy cuenta de las indicaciones del destino, imposible hablar de ellas, por lo general me rehúso y optó por sentarme en una silla mucho más elocuente que yo.  

sábado, 16 de junio de 2012

Ya no sé

Una vista ridícula al horizonte.
__________________________

No todo el tiempo, no puedo ver mas allá de lo que antes solía ver, perdí detalles y la esperanza.
Quizá me he convertido en un vago de letras y demonios y sin saber si quiero y duele apartarse. Huir, dejar una nota sobre algún lugar bonito de la casa donde se pueda leer en voz alta y con el pecho hirviendo.
Saber si volveré, si esta dosis es la correcta y no despertaré mañana ahogado en la tenebrosa incertidumbre.
No. Si puedo ir lejos, no hay marcha atrás 

martes, 1 de mayo de 2012

De...

Siendo colibrí una flor me asesina.

No es de nadie esta desazón, pues sólo me pertenece a mi, yo la he construido con mis lágrimas polares y con los incendios de un norte maltratado. Nadie mas que yo evoca recuerdos de una juventud extraviada en libros, letras y notas musicales. Yo y sólo yo he tenido que hundirme en  el río del tiempo para traer memorias invencibles y rituales no invocados.
Por que la desazón es de uno solo.  Y me he obligado a llevarla en mis brazos como quien carga a un muerto o a un desaparecido, extrayéndole palabras de amor falsas y sabiendo que jamás habrá una respuesta de vuelta.
-Como es que te he extrañado sabiendo que ni siquiera existes?  -De dónde nace tu palpitar? -No me vayas a decir que de un oasis mío por que me aniquilarías. No, todo menos eso, los oasis de mi corazón se secaron y se marchitaron con el ritmo de una tormenta de arena. Una tormenta que yo mismo levanté soplándole a las inquebrantables huellas de mi camino. Una ruta que yo seguí en el intento de alcanzar un beso de amor, un abrazo acuchillante o un gesto de aprobación. 
He despertado en la desazón y en el naufragio borrando esquinas y olvidando pasos que alguna vez tracé, olvidando también los momentos en los que no sabía si estaba llorando o si el sol me cerraba y me humedecía los ojos con su brillo en alguna parada de autobús. Olvidando aromas y encuentros amorosos de invierno, olvidando escenas románticas y sueños absurdos.
Tremenda desazón.

miércoles, 28 de marzo de 2012

A las alas de mi memoria

Abran el vuelo y viajen a donde un secreto se revela y se confiesa a los corazones marchitos, por que no busco que me lastimen más, nunca lo busqué ni lo pedí. Sólo cubrí la necesidad de mis nostalgias con el rocío de la mañana cuando mi cuerpo extendido en la cama fingía una muerte repentina de dolor incierto.
Yo tenía nombre y apellido, una dirección y un número telefónico, siempre se me podía encontrar en cualquier lugar hasta que desaparecí, hasta el día en el que me torné tan invisible que ni el polvo o las gotas de la lluvia pudieran definir una lastimosa silueta. Y entonces figuré entre los recuerdos del asfalto donde mis pasos leves llegaban a los sitios de la comprensión, a la sombra de los árboles que me abrazaban, a mi esquina favorita donde esperaba el autobús, a la barra de mi bar favorito.
Desaparecí con el equipaje de mis sueños y mis lamentos, también con el de mis quejas y mis sinsabores, cargaba la ropa sucia de un mal día, los zapatos de un triste andar y en las manos desaparecidas, desaparecidas también las fuerzas con que me empeñaba en alcanzar un rostro para poder tocarlo.
Sucedió tan pronto y nada me esperaba, un deseo no cumplido siempre me costó mucho trabajo perdonarlo, una fecha olvidada, una hora exacta, una carta a medio escribir, un mensaje de texto. Lo de siempre, un guión a la mitad, la crisis de mis letras que parecen lanzas acribillando lo que sea palpable... Entonces me perdí, entonces desaparecí y no hay páginas para dar vuelta, no hay canales de televisión, ni un navegador en el ordenador. Nada, sólo  el mar de la indiferencia y el cielo con sus ojos amenazantes juzgando mis pausas y mis respiros.
Probablemente me sea fácil digerir y aceptar las estaciones del año y los cambio de clima mientras experimento este abandono donde la desaparición se vuelve una bonita costumbre.
Vuelen lejos entre su bitácora de vuelo hay un mapa que tienen que seguir por orden alfabético y luego por orden numérico. Vuelen y aterricen con el menor de los escándalos para que al depositar su vida nadie se de cuenta de su muerte.
Yo no mirare hacia atrás por que nunca me ha gustado que especialmente ustedes, mis niñas aladas me vean llorar cuando sé perfectamente su final.
Yo, testigo de los terremotos emocionales, testigo del tsunami de mi melancolía, testigo del incendio de mis ansias.

sábado, 10 de marzo de 2012

301

No caben dudas en el misterio de mi noche, de esta exhaustiva noche que no sirve para dormir, pero sirve para encender cigarrillos y escuchar ruidos ajenos por la ventana, de mirar no es necesario hablar mis ojos no tienen tiempo ni momento.

lunes, 5 de marzo de 2012

Don Manuel

Hoy cumplirías 92 años

Te conocí con la cabeza llena de canas, de sueños, de gorriones. Cantabas con la voz quebrada por que casi siempre te daba por llorar.
Te conocí abrazándome y besándome la frente, caminando a medias por el patio de tu casa que construiste con cimientos de tu alma, caminando entre la higuera, los nogales, los chabacanos y las peras. Hablabas de todo, de un tango que te gustaba mucho, del cine mexicano y sus actores, de libros y textos, de como arreglar un neumático, de como reparar un coche y luego hacías un silencio mirando hacia arriba, hacia la luz que se colaba por entre la copa de los árboles y veía tus ojos inundados de lágrimas. Yo a veces lloraba contigo sin razón aparente, para luego divertirnos con inventos de como capturar nueces y peras, de como recoger la hojarasca. Siempre te vi como un artista, cortabas las manzanas con tu navaja y les hacías formas antes de comerlas, luego pelabas los limones como por arte de magia y respirábamos tu pasado, yo siempre a un lado de tus pies sentado, amándote y admirándote, viendo tus arrugas, tu cabello blanco, contando las pecas de tus manos y escuchándote cantar Volver, con la frente marchita...  o Donde estás corazón no oigo tu palpitar. 
Eras fuerte, un titan, un héroe, un encuentro con la sabiduría y de mas virtudes, con el amor mas puro y verdadero. Adorabas el destino, adorabas a Manuela, a tus hijas, a quien se cruzara en tu camino le regalabas amor por que nunca te faltaba. Y respetabas los ciclos de tu existencia haciendo caritas y pidiendo que te habláramos muy fuerte por que no escuchabas bien.
Siempre tenias una razón para llorar por que nadie tenia el corazón mas tierno del mundo, eras tu, sólo tu, y vestido de blanco fui a tu boda para verte consagrar cincuenta años de amor y cumplias sueños y planes, abrazabas con tu luz a tu familia y de la mano caminabas lento con Manuela para recordarle al universo que nadie como tu para vivir en bondad y en armonia con la vida.
Luchaste, vaya que luchaste, guerrero invencible de sales y arenas, de vientos y tempestades. 
Fui a tu pasado  y regrese, volví para estar contigo y consolarte y decirte. -Abuelito por que prendes tu troca a las cinco de la mañana? o  -Abuelito por que no te dejan comer azúcar? 
-Abuelito cántenos una canción.
-Abuelito te quiero mucho. Tu don Manuel Vela. Respeto indudable, nos acariciabas con palabras de aliento, nos impulsabas, nos protegías, nos defendías, siempre nos amabas.
Luego un día te fuiste, ya no te encontré en tu cama, ni en el pasillo caminando despacio con tu bastón para recibirnos, ni en la cocina ni en el patio. Te fuiste, y yo vi llorar a una multitud entera, vi llorar a los árboles y a tu gata Cata, vi llorar a mi niñez, vi mi futuro sin ti hasta que volviste para saludar a mi corazón y hacerme entender que aquí seguirías como hasta ahora.
Don Manuel Tu presencia en nuestra existencia nos abre los ojos para saber que por ti somos lo que tu construiste. AMOR.

martes, 28 de febrero de 2012

A la inspiración

Casi incapaz de hablar mi boca deja un -No me abandones. La razón es muy simple, las lágrimas en los ojos lo dicen todo. No te vayas corazón idolatrado, mano verdadera, mano izquierda, sólo tu puedes sostener un cigarrillo y escribir al mismo tiempo sobre una hoja de papel sin causar una catástrofe o un accidente que no sea el de mis emociones rodando inquietas por mi habitación, sólo tu eres el icono perfecto de esta consagración tan mía que me hace crecer, que me empuja las penas para adentro y a veces para afuera. Pero sólo tu, quien invoca a mi cuerpo a deslizarse entre las conexiones del suelo y el cielo mientras danzo, mientras mi cuerpo ávido sin condenas pide llegar lejos y mas lejos para que el corazón lo cubra.
No me abandones, no me dejes, no te vayas. Aquí quédate conmigo que el tiempo es fácil y benevolente, quizás absurdo pero conserva su quietud. No te vayas, por que sobre la sombra de mi cuerpo se dibujan diez colores que únicamente se conciben a tu lado o cuando vas transformándolo todo penetrando en mi mirada mientras viajo en autobús, los árboles azules, el cielo dorado, la multitud sonriendo, los pájaros caminando, y me despego del pavimento con tu ayuda para volar quedito y serte siempre consciente y verdadero.
No te vayas.

lunes, 20 de febrero de 2012

Polvo Infinito

Ser polvo infinito y pasear por los cabellos de la gente sin desintegrarme, ser tan sólo un visitante que susurra alguna palabra de amor y de esperanza al oído. Volar en la espiral del afortunado viento que libre se menea entre la copa de los árboles y que coqueto levanta faldas y aprieta las ropas de la gente.
 Ser materia diminuta, partículas fervientes de la vida y de los latidos de su propio corazón, brillar un poco y erizar la piel de quien triste camine por la calle. Limpiar mi propia tristeza, abrir el amplio camino de mis sueños y recorrerlo todo mirando azules y rojos, y amarillos y verdes, llenándome de todo.
Ser la fuerza casi invisible que dibuje sonrisas para poder pintar las mías y secar todo llanto para no convertirme en la triste arcilla de mi pasado que a veces duele, por que el dolor es inminente, las nostalgias suelen ser en ocaciones unos puños capaces de destruirlo todo a su paso... A las nostalgias hay que recibirlas con moderación por que pueden ser peligrosas. Yo me he preguntado si en aquella vida fui un simple trocito de arcilla que al borde del final a causa de tanto llanto el sol me rescató con su rayo incandescente.
Y vino el viento con su arrebato y ser polvo infinito para pasear por los cabellos de la gente sin desintegrarme.
Superar un dolor, una lágrima repleta de penas y angustias y vivir, volar, brillar

domingo, 22 de enero de 2012

La marioneta

Se me sale la sangre a chorros, de los brazos baja un hilo incontenible que se hace manantial en las palmas de mis manos, mi cuello no puede con el peso de esta sangre tan espesa y tan ridícula. Se me sale el llanto de los ojos casi dormidos por un falso idilio y aún en esta pesadumbre me da por mover los pies y danzar y llegar tan lejos que vuele un poquito lejos del suelo. Mi cuerpo liviano, acabado, inventado y desorientado por las estrepitosas huellas de un lamento que canto a media voz mientras mi boca se resiste.
 Quiero que las paredes brillen con mi sangre que el suelo se limpie con mi llanto y que un grito de rabia ordene los pensamientos del hogar que habita en mi cabeza.
Voy entrando, voy llegando... Los hilos atados a mis extremidades me convierten en la marioneta que soy y sólo puedo respirar en el vacío entre el aroma a roble y a pintura de acrílico que simula el maquillaje de mi muerte. Y así atado y movido por lo que siempre desconozco los pájaros cantan y se posan en mi cabeza sin la intención de anidar sabiendo que no tiene ningún objeto.
Sigo en marcha entre letras y pasillos interminables viendo la sangre negra y brillante como la tinta china, pudiera morir aquí pero veo un árbol de corteza fuerte donde puedo escribir mi nombre con las uñas afiladas y dejar un vago nombre con su circunstancia a cerca de mis circunstancias.
Luego romper los hilos con mis dientes para intentar huir, y si no hay éxito por lo menos caer desmoronado en la tierra árida y malévola en la que sembrare la semilla de mis destrucción.
Aquí al parecer he terminado. 

jueves, 12 de enero de 2012

Volar

Yo decía que era un colibrí, no me acuerdo que decías que eras tu. Me viene a la mente que habías dicho un Elefante, pero no logro recordar si dijiste Elefante ó dijiste Hipopótamo, algo grande habías dicho y yo me reía de ti, te decía, -Se trata de volar, tener alas de mariposa, pájaro, murciélago no sé. Tu me dijiste, -Se vuela mas alto desde el piso, desde la tierra sólida,  y yo quise burlarme de ti, creí que habías dicho una frase ya dicha de las hechas, luego sin decir nada te abrace me causaste una ternura tan incontrolable que te apreté a mi pecho y mis brazos te decían de palabras hermosas y esperanzadoras.
 Luego te dejé ir. Te abandone y por un instante creí que me abandonaría, lloré, me mordí las mangas del suéter, tenía gritos y gritos de rabia atorados en el pecho y no podía, no quería sacarlos por que me negaba a lastimar tu fragilidad. Preferí mejor dejarte ir, soltarte fue la decisión mas difícil, a lo lejos veía las huellas de tus pasos creciendo por huir de mi. No hubo mas. 
Un sueño quizás tu dolorosa partida, la cicatriz de mi mano izquierda intentando detenerte, no sé. Yo me quede.