viernes, 9 de octubre de 2009

De Relato junglar.


La noche del jaguar y de todo lo demás.

Me buscaba la mirada entre la gente, yo lo sabia y me negaba escondiéndome entre una ligera multitud de copas, vasos, botellas, lápiz labial, cuero, cortes de cabello, y música excentrica.

Me excitaba el buscar y el encontrar, su cercanía me regalaba un miedo que mojaba con sudor mi camiseta de ``Bob Dylan´´, la copa de vino se me resbalaba de las manos.

Él se movía lentamente el cabello con las manos, como pidiendome algo que yo en mi inseguridad no sabia como interpretarlo. Cuando capturaba mi mirada levantaba las cejas como con un aspecto desenfadado hacia mi y hacia todo lo demás. Diciendome que todo iba a estar bien, que no lo dejara ir...

Yo le temo a los jaguares, la cautela de los felinos me aterra, siempre que me encuentro con uno retrocedo despacio hasta desaparecer. Esta vez no podía, estaba en su jaula, en su territorio. No había manera de salir. Yo quería hacerlo.... Pero a la vez no.

Después de tanta indesición se acerco y lanzo su garra derecha hacia mi.... Yo pensé en tomarla para estrecharla pero se desvió hacia abajo de mi cintura. No me soltó, tampoco decía nada, me acercaba sus ojos a mis ojos y yo queriendo evadirlo miraba hacia un lado pero sin dejar de estrechar mi distancia corporal con la suya. Seguía sin decir una palabra, y yo excitado sentía como mi sudor se confundía con el suyo. Una fusión de aguas y de aromas que se confesaron culpables del encuentro.

Yo tampoco podía hablar, estaba hipnotizado por el encuentro. Por el placer de mi cintura y por las ganas de un beso...

Al final de cuenta siempre triunfan mis deseos. Un beso felino con una barba junglar y un sabor tabaco-cerveza de ensueño. Después... El beso fue más y lo demás.... Una historia para no contar.

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