sábado, 19 de junio de 2010

Outra vez

Permanecer ecuánime. No se puede volver atrás (Además es una palabra nueva para mi).
Prometí por alguna razón quedarme en el sitio donde estoy aunque no pueda esclarecer mis pensamientos, ya no pienso huir ó evadirme mas de mi.
Lo único que me entra en razón ahorita es como un par de palabras me pueden hacer tanto daño.
Y es que esta vez la desición no fue mía, casi siempre ha sido sido así, y no quiero hablar de orgullo por que no quiero hacer pausas pero generalmente así sucede y no puedo generar otra idea por que estas situaciones resultan ser un "juego", y un mal intento a pasar nada... Estoy esperando algo? En verdad no puedo esperar nada.
Sólo me basta con mirarme en el espejo y hacerle un close up a mi ojos, mi mirada refleja una profundidad que pocas veces suelo reconocer cuando traigo un dolor por dentro. Pero no quiero hablar de eso, en verdad estoy tratando de levantar la cabeza, sacar el pecho y tragarme unas cuantas lágrimas.
Me tiembla el corazón, me tiembla el cuerpo, he vuelto al inevitable frío.
No puedo decir nada más. Bueno ni dije nada.

martes, 8 de junio de 2010

Só louco

Buscaba entre los surcos de mi memoria una palabra que me hiciera volver a lo de antes, a lo que obtenía sin esfuerzo y sin sufrimiento, al olor de las frambuesas, a los pinos protectores de calles y vecinos, al atardecer generoso.
A tanta pesadumbre se acostumbra uno.

lunes, 7 de junio de 2010

Esto fue de mi.

La mayor parte del tiempo me dedico a leer textos pequeños de aquí y allá, de gente que quiere compartir y de otra que medio se niega a un estilo muy snob. Yo sé que también lo soy. Como intenso, ridículo, manifestadamente nefasto y aburrido... Algo viene sucediendo.
Vinieron antes meses de desconsuelo por culpa de un hombre del cual me enamore y del cual sufrí una ausencia diabólica y enternecedora, sentía lastima por mi, por él, por la estúpida distancia y por un Canadá que me lastimó bajo mi responsabilidad, por eso escribí durante meses sobre una relación... Un algo que yo forzaba pujando de locura.
Sentía un fuego diario y continuo ardiendo en mis entrañas, queriéndose salir para evadir responsabilidades y dejarme calentar bajo un frío sin clemencia. Era todo, era yo y mi falta de conciencia, eso de enamorarse de un ingles no está nada bien, luego un ruso, luego un Portugués, luego un mexicano, luego coincidencias, gente, tonterías y discursos en mis tres diferentes idiomas que nunca domino correctamente.
Dormir por siglos y trabajar por horas lo cual me resultaba fastidioso, me hacia crear ideas y contar pequeñas historias, escribir, dibujar y hasta querer ser músico (jajaja).
Bueno, hoy más que nunca me decido a contarlo letra por letra. No quería, quería negarme a resucitar esa parte de mi memoria que asesine por verguenza y por cobardía. Temía de la palabra fracaso y de las burlas ajenas. Pero hoy es mas que justo para mi salud emocional (según yo).
A la primera persona que confié de esto fue a la Petite, me dijo que si, sólo que si, y no hubo mejor respuesta de la que esperaba. Por que yo lloraba frente a un plato de avena y un café, quería ahogarme en ambos ó desaparecer en uno de ellos uniéndome en materia. Ella fue barco de mi salvación.
Luego intentaba despedidas con cartas, con llamadas telefónicas, mensajes de texto, face to face conversations y Au Revoir, caminando por las calles de Queen y Yonge con las manos en los bolsillos y un peter jackon en la boca. Tratando de mirar al cielo para alcanzar una de mis tantas respuestas que pintaba entre los azules vespertinos de mis caminatas en Toronto. Llorando como siempre y con el mismo fuego dentro del cuerpo queriéndose salir a los rumbos de mi piel. Resentido un poco y regresivo desde luego, por que me convertí en el niño en busca de su padres que se pierden de un momento a otro como en un súper mercado ó en un parque.
Luego haciendo como que leía Rayuela, pride and prejudice and zombies, a veces algo de Pizarnik, Bishop, en mi ipod Kings of leon, Leonard Cohen, Lily Allen, Lasha, Gal, Caetano Y...
...En que momento me perdí, en que momento la esfera me atrapo y comencé a vivir y a correr como un hamster en su hamsterball, con el paso del tiempo desesperaba mas pero algo me atrapaba y ni siquiera era el amor, por que algo sentía que se desprendía de mis manos y de mis ojos ya no sólo eran lágrimas si no reclamos y recuerdos que me cubrían el rostro y me apagaban la estrella. Triste puedo decir, era un hombre triste, un joven guapo pero triste, un chico inteligente pero triste, un niño lindo y educado pero triste, una bitch pero triste, un fan de las cerezas pero triste, un cabronazo pero triste. Triste... La palabra me pretende de pasados y angustias, creo que así es esto de la tristeza siempre viva, igual es como un virus que se incuba para luego despertar de la nada ó de algún motor. Yo encendí todo esto con una canción de Susana y Manzanero... "Que sea en un parque", Rosy y yo la escuchamos cantidad de veces en nuestro viaje a Parry Sound y su pinche barquito, ahora sin lamentarme tanto puedo decir que involuntariamente quise volver a algo similar, no puedo culpar ni siquiera al calor que hacia, era uno de mis esfuerzo por recordarme que no puedo negarme a nada, menos a lo que tanto hago... Llorar, soy un experto, una plañidera costosísima, me brotan unos lagrimones que cuando la gente cercana a mi me ve se asusta e intenta consolarme de inmediato, por que ahhh!!! hago unos pucheros y unas muecas que ni de cine. Pues a llorar se ha dicho, me agarraba de la pared por que sentía que una fuerza extraña me iba a llevar al suelo, lloraba y miraba hacia bajo viendo como mis lágrimas se estrellaban en el suelo, todo tenia un ritmo, mis llanto y mis recuerdos comulgaron en una reconciliación firme más no definitiva, fue como un abrazo de tregua y de comprensión, de piedad y de expulsión de todos estos conflictos que me he provocado por mero ocio y por que no, por animal.
Si ya respiro con mas tranquilidad no es por que haya hecho un recuento de mis males y mis dudas, si no por que confío en algo que va más allá de mis sentimientos y de lo que puedo pensar ó pedir. Que sea lo que el amor me regale y me susurre al oído con todo y sus canciones sin ser un hombre pretencioso de los que se creen movidos por las artes y las literaturas, por la música de onda y lo conceptual, de esos que no se permiten un amor sin que sea devastador y tormentoso para tener razones para escribir y crear. El amor ha llegado a mi, y si se va me he prometido no caer en el cliché de un homosexual herido con la intención de reescribir cuentos y fábulas de relaciones perdidas y de abusos sentimentales. Que fluya y que emane la buena razón, el dolor opcional y mis tan añorados recuerdos que buenos y malos siempre han sido mi alimento y mi respaldo para no caerme nunca y siempre estar de pie, con el ego en lo mas alto, la sonrisa torcida y los ojos brillando.

miércoles, 2 de junio de 2010

De prisa y por no dejar

Uno se imagina demasiadas cosas, anda por la vida tratando de armar rompe cabezas con las piezas lejos y la imagen para armar distorsionada, haciéndose que lo sabe todo y que en cualquier momento quedara tal cual es. No es cierto, mierda y mentira.
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Me despierto y me imagino solo, cabiendo en mi habitación a media luz escribiendo un poema de los que ya no escribo y sabiendo como siempre que es para alguien que nunca se dará cuenta que le rendí mis letras y algunos instantes de mi memoria poética.
Amor, amar, amarte para que esto no termine,
para desabotonar mi vientre y que tu mano
acaricie lo de adentro.
Amor, demasiado amor y lluvia de amor,
para que la arena abandone mis pies y sólo
sea tu lengua mi camino hacia la....
Me detengo, me incorporo casi convencido de que ya no puedo y enciendo un cigarrillo para callar esas palabras que tanto me lastiman, una guerra se desata. Si puedo, no puedo, quiero y no sé por donde comenzar, algo de volver a lo de antes y terminar de una vez por todas con una historia que ha sido mi calvario enamorado. Mira al rededor y a la izquierda me encuentro el cenicero lleno de colillas no sé si aterrarme ó reírme a carcajadas, luego en la misma izquierda pero mas adelantito una taza verde exageradamente grande llena de café, y ahi es cuando lloro, el café siempre me hace llorar nomas con verlo, beberlo es mi saudade diaria. Sigo llorando y de los borradores de mis entrañas me salen unas letras para un destino. Todo tiene un tono de belleza y serenidad.