lunes, 16 de noviembre de 2009

Deseo (Para ti)

Buscaba nada, más que alguna tímida intensidad. Lo vi en sus ojos displicentes que ignoraban su entorno, y lo miraba fuerte, decidido a ser el más fuerte.
Alto, blanco, con el cuerpo ceñido a la esperanza, y la sonrisa colocada en el destino. Amablemente déspota, airoso y seguro de sí mismo. Al sentirlo cerca me morí de miedo, me hice tan pequeño como sus dudas y sus temores, me sentía atraído y muy cobarde...
Una palabra, quizás alguna mirada que él nunca notó un tanto por distraído y otro más por su comportamiento de estatua divina.
Sus ojos, por que son los ojos más precisos para aminorar la batalla del desconsuelo, son un viaje de relámpagos fugaces que te adiccionan por que después del instante, sus cejas se vuelven un nicho para reposar placentero las mañanas.
Pero su sonrisa, su sonrisa... Es un grito de sol, un verso de sangre colorida, una canción abrazada de suspiros.
Todo su rostro es un viento restaurado, a veces hasta puro, conveniente, sanador, admirable.
No importa que también sea envolviente y laberinto de pasión dolorosa y desierto.
Sus luces son extrañamente facinantes, tiene un semblante de neptuno que te sumerge en las aguas de sus besos y en los mares de su corazón.


Deseo
Amarte con un fuego duro y frío.
Amarte sin palabras, sin pausas ni silencios.
Amarte sólo cada vez que quieras,
y sólo con la muda presencia de mis actos.
Amarte a flor de boca y mientras la mentira
no se distinga en ti de la ternura.
Amarte cuando finges toda la indiferencia
que tu abandono niega, que funde tu calor.
Amarte cada vez que tu piel y tu boca
busquen mi piel dormida y mi boca despierta.
Amarte por la soledad, si en ella me dejas.
Amarte por la ira en que mi razón enciendes.
Y, más que por el goce y el delirio,
amarte por la angustia y por la duda.
(((Xavier Villaurrutia))).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Diga Usted.