miércoles, 10 de febrero de 2010

Estúpida carta de amor V Final.

Poco antes de mi suicidio amoroso. Hace a penas (tic tac) (tic tac)
Parte de mi ahora dice que no, que no funciona todo esto. Parece álgebra y soy pésimo en los números, podrán ser las ecuaciones? No sé. No entiendo que me sucede no logro decifrar nada, no soy el mismo por que tu sonrisa me cambia a cada instante, tus manos no me renuevan pero me hacen despejar las dudas de este laberinto. Y es que tu eres el fuerte, y yo tan frágil soy una carga para ti y presiento que te cansaras.
Siempre me salgo con la mía, siempre tengo la razón. Tu me haz dicho varias veces que yo arreglo todo a mi conveniencia y yo, hoy te digo que no sé que tiene de conveniente que me quede sin ti y sin el calor de tus abrazos.
Voy perdiendo por que el miedo no lo puedo soportar, soy cobarde y detesto los fracasos, no soy lo que tu quieres, te veo indeciso aunque me digas que no.
Yo participo en la danza de mi soledad, y ya te había comentado a cerca de mi extraño juego masoquista y trágico inducido por un pasado que se recrea perfectamente en mis predicciones amorosas. Sigo sin entender por que estando solo reniego de ello e intento enamorarme (en especial cuando a mi vida llega alguien como tu). Para luego esforzarme por sufrir y quedar flotando en la nada absoluta con ansiedad y tristezas fugaces.
Por ti es que no puedo escribir como deseo hacerlo, a mi mente llega lo que necesito para desahogarme y tu imagen lo elimina, lo lleva a un rumbo que me tiene entre cuatro paredes.
Yo estoy seguro que puedo hacer más por mi... Pero sabes cual es mi mayo temor? Dejarte y dejar que me olvides para luego complicarme los días pensando en si aún me quieres, si aún piensas en mi... En que estarás haciendo, con quien, si te dolió, si te importa si me duele ó no.
Intentando terapias absurdas. Lo sé, envejezco y disminuyo cada momento mas mi capacidad de amar, de sentirme enamorado y de que me amen.
Todo esto se resuelve en mi patético modo de analizar, en una patología, en un circulo vicioso y en una imagen que me aterra al punto de estremecerme.
No sé si te amo, por que a veces digo que me amo mas a mi, pero también me odio y odio mi irresponsabilidad sentimental.
Ya no tengo diecisiete años, ya no es lo mismo y yo me aferro a la espera.... Y al tiempo mientras lo llamo malévolo el me llama desperdiciado y despistado.
Lo ves... Ya no es sobre ti, todo siempre termina siendo sobre mi
también me caga ser tan pinche egoísta.
Manuel.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Diga Usted.