viernes, 29 de junio de 2012

Locura y temas

Un roce, un aroma y una mirada de avellana. Un toro, pero no un toro maltratado, un toro fuerte, lleno de vida, silencioso, con los ojos inmersos en una luz perfecta. Sin estocadas (al parecer)
Unas manos delgadas pero siempre cálidas. Un sueño de los que nunca en tu vida puedes materializar.
Un abrazo de vida, abrazo de los que quiebran todas las sensaciones hasta convertirse en fragmentitos que se van escurriendo por los adentros de tu cuerpo dejándote una sensación de sanación, bueno de tranquilidad. Sueño imposible, irrealizable. Nada mas basta con ver mis ojos para adentro para verme ya no tan vació. Y hablo de un instante, del transcurso de una pulsación. Hablo de mirar a los ojos a  quien en frente de ti te dice todo y no pronuncia palabra alguna, pero pronuncia una sonrisa, una paz.
Y voy de nuevo creando historias que nunca he vivido, en las que me estremezco por que de antemano sé que voy a salir herido o que voy a derramar una gota de sangre de mi cabeza.
Y es que mucho trabajo me cuesta pensar, analizar es otro tema, pero siempre voy imaginando flores flotando en charcos de agua y cerrando los ojos, apretándolos por unos segundos para al abrirlos ver colores a los cuales sólo yo les encuentro una interpretación.
Pues si, el abandono duele, duelen las huellas y los aromas de algo que se va marchitando sin piedad... Y uno que hace. Por que en mi caso puedo distraerme con mirarme al espejo, pero y los demás.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Diga Usted.