martes, 22 de septiembre de 2009

Ó fue un sueño?

Esa mañana desperté con la misma confusión con la que me dormí la noche anterior.
Ya no estabas en la cama, y en cuanto mis sentidos despertarón pude percibir que estabas en el baño. Para ser las seis de la mañana en domingo me sorprendió encontrarte cepillandote los dientes, en toalla pero ya con el cabello seco y arreglado.
Yo no podía preguntarte a donde ibas, solo te miraba recargando mi cabeza en la corniza de la puerta. Tu me mirabas por el espejo pero no detenías tu actividad, ni me hablabas.
Cerré los ojos por un instante, para planear mi pregunta. Mi boca no respondió, sólo mis brazos fuerón los obedientes que te abrazarón por la espalda y se aferraron a tu pecho. Tu te quedaste quieto. Un suspiro tuyo fue la respuesta indicada para todas mis dudas.
Regrese a la cama, quería fingir que seguía durmiendo, quería también desaparecer y no ver desde luego como te vestías y que ropa ibas a usar para salir esa mañana tan temprano.
Y no lo evite, tu hacias como si yo no estuviera, yo hacia como si tu estuvieras. Te daba señales de que algo andaba mal.
Bastarón sólo unos segundos para que yo comprendiera todo lo que estaba sucediendo, también para darme cuenta que no había despertado en mi totalidad. Me adelante. Luego ya, me levante de la cama, me vestí con la ropa del día anterior, me mire al espejo y me cepille los dientes tal como tu lo hiciste. Termine. Tome dos libros del buro, unas postales del tuyo las puse en mi mochila y salí de casa sin decir una sola palabra. Volví por la tarde y tu estabas ahí, parecía que no huberias salido a ninguna parte, la casa olia demasiado a cigarro, habia rastros de desayuno y comida.
Mi confusión, tu confusión y desde luego mi desición.
Tu me dijiste que tenias una sorpresa preparada para mí y yo no lograba entender nada por que ya había de esa niebla que me ciega la razón y me hace precipitar mis acciones.
Aún así la desición estaba más que clara, yo no te permití hablar, ni siquiera llorar por que te lo ordene y te pedí que te quedaras donde te había encontrado.
Fui a la recámara tome alguna de mis cosas sin importar cual significaba más que la otra, una maleta de mano, otra mochila y me fui. Te ignore, te ofendí y te hice ver lo que en realidad significabas para mi. Lejano, absurdo, frágil, ignorante, indeciso, incoherente, displicente.
Me fui.

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