miércoles, 12 de mayo de 2010

Comenzamos!!!!!

Yo me enfrento. Ya es la una de la mañana necesito dormir por que tengo días sin hacerlo, quiero dormir ocho horas levantarme con cicatrices de las sabanas en el cuerpo, estirarme en la cama, bostezar y suspirar, respirar despacito y dar vueltas en la cama con ritmo de pereza.
Luego despertar y vestir como antes, andar, un collar, varios accesorios... Yo que sé sigo añorando lo que tanto pido y no hago por esta rutina que me atrapa sin piedad.
Quiero contar una historia como la que estoy escribiendo en mi interior y que sea algo más ó menos así:
Ivanita te dije, recuerdas?. Íbamos pasando por la calle de Morelos y tu renegabas por que te llamaba Ivanita y por que sentías que tus pies se quemaban en el pavimento y te derretías a un sólo movimiento de tu cuerpo, no quiero caminar y no quiero que me llames Ivanita, lo que quiero es llegar a tiempo a la estación del metro por que a Alejandro se le hacen mares en la cabeza por la impaciencia de no verme. Oscar pensaba en otra cosa en circunferencias, en esferas sólo le salía el Ivanita por la conciencia de molestar a la mujer al borde de una histeria por llegar a su amoroso destino. Ivanita, Ivanita como es que no recuerdas? Te llame tantas veces al teléfono y nunca respondiste fui a buscarte a tu casa esa noche que llovía a modo apocalíptico, las sirenas anunciaban muertes como usualmente lo hacen y yo pronosticaba tu desvarió y tu mala memoria, ó quizás uno de tus juegos de engaños donde me dices que si pero no me dices como ni cuando ni una fecha exacta, y es que yo Ivanita dulzor necesito siempre de números y ecuaciones para saber que todo va a estar bien, que todo será real, tu sólo haces como que yo no entiendo nada y que de lo absurdo que es mi entorno me catalogas entre uno más de tus fans.
Para Oscar la rutina de caminar como un fantasma casi invisible, un ectoplamsa moleston y chocarrero era ya un asqueroso deleite que lo obligaba a acompañar a Ivana a la estación del metro donde esperaba Alejandro, el del camabronceado, manosmanicure y actitud chic, el hippie de mundo con actitud de músico pero que ni sabe como tocarse el pito para masturbarse viendo modelitos de Victoria´s secret. Siempre he querido saber a que saben los besos de ese Alejandro Hippie de mundo, a que sabe su saliva y a que textura corresponden sus manos para darme una podrida idea de un analisis que llevo hace tiempo en procesando del por que demonios me desapareces de tus distancias, tus perfumes exagerados, tus caderas gritonas y tu carita de muñeca que nos regala un abismo negrisimo entre los dos. Ivana no escuchaba nada, sólo caminaba soteniendose de su bolso y sonriendome dandome a entender que si me entendía y que si ponía atención a todo lo que decía fuera estupido ó absurdo como lo soy en su catalogo de fans.
Nada le impediria a esa mujer llegar a su destino, así lloviera como en aquella noche de ruego, así se acribillaran en sus narices todos los delinquentes de la ciudad, así me tirara boca arriba en plena avenida para ser arrollado por el tráfico infernal de las tres de la tarde... Nada.
Ivanita, Ivanita...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Diga Usted.