martes, 28 de julio de 2009

Sus ojos.

Anoche tuve la oportunidad de beber hasta embriagarme con la finalidad de olvidar.
Nunca antes lo había pensado... Beber y beber para olvidar y apartarme de la realidad.
No lo logré. Por que para regresar a casa tuve que caminar durante veinte minutos. Y era la
noche, la temperatura, la música en mi ipod, el cigarrillo, mis pasos, la poca gente caminando
a la media noche, no lo sé. Pero todo se combinaba también entre las luces nocturnas, mermando mi capacidad de sonreir.
Caminaba despacio, sin prisa. Una canción sonaba en mi reproductor, al ritmo de mis pasos. La canción que siempre ha guiado el camino de mi amor malamente apresurado.

El milagro de existir, el instinto de buscar.
La fortuna de encontrar, el gusto de conocer.
La ilusión de vislumbrar, el placer de coincidir.
El temor a reincidir, el orgullo de gustar.
La emoción de desnudar, y descubrir despacio el juego.
El rito de acariciar, prendiendo fuego.
La delicia de encajar, y abandonarse.
El alivio de estallar y derramarse.
Y el Amor, el Amor.... El Amor, el Amor.
Joan Manuel Serrat tiene las palabras correctas para que se conviertan en poesía, y en la voz de Eugenia León una explosión musical reveladora.
No podia dejar de escucharla, por masoquismo, los tres minutos doce segundos más pasionales de mi vida me han acompañado siempre. Y anoche no fue la excepción. Queria llorar, apretaba el cigarro con mis labios, me temblaban las manos, quería salir corriendo y buscar al merecedor de esta melodía. Sabía que existía, pero cual era entonces el proposito de mi embriagues si no el de no buscarle ni llamarle ni saber nada de su ser.
Eso si lo logre. Me encerre en mí cuerpo entero y evite cualquier intento de llamar su atención, de aburrirlo de nuevo, de desilusionarlo, de molestarlo... Preferi seguir mi camino a casa más atento que nunca, briago, solo, abochornado, con hambre y totalmente desorientado.
-Tiene los ojos entre almendra y miel. Recorde mientras abria la puerta de mi casa. y de pronto una brisa me alcanzo antes de abrir la puerta... Y olvide.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Diga Usted.