miércoles, 21 de julio de 2010

De nuevo y sin perder.


Ahora el tiempo me sigue diciendo que lo amo, y este tiempo no discute nadA. No hay conflicto no hay más que una paz en el centro menos obscuro de mi alma que sólo dice que quiere seguir amando sin restricciones.
En mi vida me había enamorado a no ser de una Sor Juana, un Pessoa ó una Liliana Felipe.
Al fin conocí el amor de cuerpo, el noviazgo, el dolor de estar sin él, el intento de respirar en su ausencia, el sabor de sus besos, el despertar de una mañana esperanzada.
No me entiendo. No logro explicar como mi corazón vierte tanto amor y tanta locura en un ser humano. No me quiero entender. Sólo quiero vivirlo, demostrarlo, expresarlo, presumirlo. Escuchar a Ana Belén hoy me regala una pieza de luz para yo manejarla a mi antojo y depositarla en el amor de mi vida, en él.
Ese hombre que es todo un hombre y que siempre me dice la verdad, a quien mis sentimientos se ameritan cristalinos y en mar lo cubren de caricias y deseos.
El amor de mi vida por fin en materia se presenta repleto de felicidad y ternura.
Soy también un hombre Feliz. FELIZ.
La felicidad es una combinación de acuarelas y estrellas que pintan mi espíritu.
Por mi ventana se filtra el dulce olor del amor verdadero.
Si mañana esto se acaba y mis palabras se las tragan los demonios de mi delirio, habrá (estoy seguro) un toque de sensatez que me dirá.... Ahí estuve amor mío, nada hubo mas puro que este AMOR.
Amor que quiero sentir, saborear.
Amor verdadero, existe. Y es que muchos me dijeron que no, hubo azotados y frustrados que me explicarón que amor era de triángulo y de confusiones.
No. El amor es mio, siempre lo quise así. Siempre lo quise vivir. Siempre.
Hoy esta aquí y lo palpo a cada segundo.
Sencillo y ligero, poético e inexplicable que luego decifrare. Todo lo puedo con el corazón alimentado de amor y de razón.
Y para los que dicen que el amor es la sin razón... A tomar por culo....
Soy inmensamente felizmente enamoradamente.